En su juventud el Dr. Guillermo Medina después de preguntarse como podría ayudar a las personas
de su comunidad, decidió estudiar medicina dedicando su vida a sanar, atender y rehabilitar personas que necesitasen de apoyo para mejorar su vitalidad.
Con el tiempo tuvo una idea brillante, hacer caso a las necesidades que la comunidad requería. Adquirió un lugar en donde fincaría los simientos para hacer realidad sus sueños, de atender a las personas cercanas sin necesidad de que recorrieran largos trayectos. Al Dr. Guillermo la comunidad lo recuerda con cariño, como un hombre de buen caracter, sonriente, capaz de poder reconocer a sus pacientes en la calle e invitarlos a compartir su comida si era necesario, haciéndolos sus amigos. Al paso de los años los consultorios se conviertieron en lo que ahora somos, un lugar donde aportamos apoyo incondicional a los pacientes, respetando esos valores que en el pasado se veian lejanos y que hoy son una realidad.